Los niños y los campos electromagnéticos: lo que necesita saber

¿El pasatiempo favorito de su hijo es el tiempo frente a la pantalla? ¿Le preocupa cuánta exposición acumulativa tienen sus hijos a la radiación electromagnética en casa y en la escuela proveniente de computadoras, teléfonos celulares, tabletas, juguetes electrónicos, torres de telefonía celular, líneas eléctricas y similares?

Si no, ¡deberías serlo!

Los niños son más vulnerables que los adultos a los efectos de los EMF (frecuencias o campos electromagnéticos) por varias razones, y la mayoría están sumergidos en una sopa de electrosmog todo el día, todos los días. ¿Cuáles son los riesgos?

Muy pocos estudios en humanos se han centrado específicamente en las torres de telefonía móvil y el riesgo de cáncer, pero los últimos estudios sobre los teléfonos móviles y el cáncer cerebral son muy inquietantes.

En 2016, el Programa Nacional de Toxicología publicó los resultados del estudio más grande jamás realizado sobre teléfonos celulares que muestra una asociación innegable entre la radiación no ionizante y el cáncer. Las ratas expuestas a la frecuencia de la radiación emitida por los teléfonos móviles desarrollaron dos tipos de tumores: gliomas en el cerebro y schwannomas en el corazón. Estos resultados se alinean con varios estudios observacionales que encuentran vínculos con los mismos tipos de tumores en humanos, además de neuromas y meningiomas acústicos.

Es posible que haya visto últimamente las noticias sobre torres de telefonía móvil cerca de las escuelas. Un brote de cáncer entre niños pequeños de la escuela primaria Weston en Ripon, California, provocó el cierre y la reubicación planificada de una torre de telefonía celular de Sprint. [1]

En 2016, a un niño de esa escuela llamado Kyle Prime le diagnosticaron cáncer de riñón. Cinco meses después, su compañero de clase Mason Ferrulli recibió un diagnóstico de cáncer cerebral. Dos niños más y tres maestros de la escuela primaria Weston han recibido diagnósticos de cáncer desde 2016, junto con dos niños en edad preescolar que viven cerca de la escuela y un exalumno al que le diagnosticaron cáncer cerebral a la edad de 22 años.

Muchos padres de Ripon creen que la reciente oleada de casos de cáncer fue causada por la radiación de ondas de radiofrecuencia (RF) provenientes de una torre de telefonía celular ubicada en los terrenos de la escuela. Sus ruidosas preocupaciones y la resultante atención de los medios forzaron el cierre de esa torre celular, pero ¿cuántas otras escuelas están silenciosamente situadas a la sombra de torres celulares que retuercen el ADN y arden en cáncer en todo Estados Unidos?

Las torres de telefonía móvil son sólo una parte del problema. La cantidad de exposición por vivir cerca de una torre de telefonía celular suele ser muchas veces menor que la exposición por usar un teléfono celular, y muchos más niños están pegados a sus teléfonos celulares que los que viven a la sombra de las torres de telefonía celular. Según el Pew Research Center, la gran mayoría de los adolescentes tiene un teléfono celular y el 45 por ciento está en línea casi continuamente. También informan que el 75 por ciento de los preadolescentes y adolescentes duermen toda la noche con su teléfono celular debajo de la almohada. [2]

Según se informa, un estudio encontró que usar un teléfono celular durante sólo 20 minutos al día aumentaba el riesgo de sufrir un tumor cerebral en un 300 por ciento en el transcurso de cinco años. Pero esto es entre adultos... ¿y nuestros hijos?

Los cerebros de los niños son mucho más sensibles a los campos electromagnéticos

Años antes de que los niños tengan en sus manos un teléfono celular, ya están jugando con juguetes que emiten MWR (radiación de microondas). Estos “juguetes” inalámbricos son literalmente transmisores de radio . Han surgido preocupaciones sobre la mayor vulnerabilidad de los niños a los campos de RF y MWR.

Los niños enfrentan un riesgo mayor que los adultos de sufrir lesiones corporales debido a todos estos dispositivos inalámbricos. Sus sistemas nerviosos en desarrollo son más susceptibles a sufrir daños, ya que su tejido cerebral es más conductor y más absorbente, y sus huesos craneales son más delgados que los de los adultos. Los niños también esperan una exposición acumulativa más prolongada. [3] [4]

Los siguientes son datos de investigaciones sobre los niños y la absorción de campos electromagnéticos:

• El tejido cerebral de los niños absorbe el doble de MWR que el de los adultos [5]
• La médula ósea de los niños absorbe 10 veces más MWR que la de los adultos 5
• El hipocampo y el hipotálamo de un niño absorben de 1,6 a 3,1 más MWR que los de un adulto, y su cerebelo absorbe 2,5 veces más [6] [7]
• Los ojos de los niños también absorben más MWR que los ojos de los adultos

En 2011, MWR fue clasificado como carcinógeno (posible) Clase 2B, la misma categoría que el plomo, el DDT y el cloroformo. Los niños corren un mayor riesgo de exposición a carcinógenos que los adultos. Cuanto más pequeño sea su hijo, mayor será su riesgo.

Los riesgos para la salud derivados de los campos electromagnéticos no se limitan al cáncer. Los campos electromagnéticos se han relacionado con infertilidad, daños en el ADN, problemas autoinmunes, reparación reducida de tejidos [8] , disfunción neurológica, problemas cognitivos, problemas emocionales y de comportamiento, fatiga, cataratas, degeneración macular y más. Los niños son más vulnerables a los efectos cognitivos, conductuales y emocionales de los campos electromagnéticos. El TDAH, la ansiedad y los problemas de conducta van en aumento. Según los CDC, el 9,4 por ciento de los niños de entre 2 y 17 años han recibido un diagnóstico de TDAH y el 7,1 por ciento han sido diagnosticados con ansiedad. [9]

Los estudios muestran cómo la “adicción digital” conduce a cambios estructurales y funcionales en el cerebro que involucran el procesamiento emocional, la atención ejecutiva, la toma de decisiones y el control cognitivo. [10] ¡Incluso los propios adolescentes afirman sentir estos efectos! Según la encuesta de Pew, sin sus teléfonos celulares el 56 por ciento de los adolescentes reportan al menos una de estas tres emociones: soledad, malestar o ansiedad.

Paul Rosch, MD, profesor clínico de medicina y psiquiatría en el New York Medical College, informa lo siguiente: [11]

“Una llamada de dos minutos puede alterar la función cerebral de un niño durante una hora, por eso en otros países se prohíbe su venta o se desaconseja su uso a menores de 18 años. Los niños nacidos de madres que usaban el celular sólo dos o tres veces al día día durante el embarazo mostró un aumento dramático en la hiperactividad y otros problemas emocionales y de comportamiento. ¡Y para el 30 por ciento de los niños que también habían usado un teléfono celular a los 7 años, la incidencia de problemas de conducta fue un 80 por ciento mayor!

No ayuda que las regulaciones gubernamentales/industriales no se hayan actualizado durante veinte años. Según David Carpenter, MD, director del Instituto de Salud y Medio Ambiente de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Albany y coeditor de The Bioinitiative Report: [12]

“Desafortunadamente, todos nuestros estándares de exposición se basan en la suposición falsa de que no existen efectos peligrosos en intensidades que no causen calentamiento de los tejidos. Con base en la ciencia existente, muchos expertos en salud pública creen que es posible que en el futuro enfrentemos una epidemia de cáncer como resultado del uso incontrolado de teléfonos celulares y una mayor exposición de la población a Wi-Fi y otros dispositivos inalámbricos.

Por lo tanto, es importante que todos nosotros, y especialmente los niños, restrinjamos el uso de teléfonos celulares, limitemos la exposición a niveles de fondo de Wi-Fi y que el gobierno y la industria descubran maneras de permitir el uso de dispositivos inalámbricos sin un riesgo tan elevado. de enfermedad grave. Necesitamos educar a quienes toman decisiones en el sentido de que seguir como hasta ahora es inaceptable. No se puede subestimar la importancia de este problema de salud pública”.

¿Qué podemos hacer?

En primer lugar, podemos desconectar a nuestros hijos, limitar su tiempo frente a la pantalla y brindarles un poco de desintoxicación digital. Podemos enviarlos afuera a jugar. Al igual que los padres de Ripon, podemos hablar sobre las torres de telefonía móvil en los campus escolares. Podemos hacer oír nuestra voz sobre los riesgos potencialmente devastadores del 5G , la próxima generación de tecnología inalámbrica con riesgos monumentalmente alarmantes para las personas y el planeta. [13] Di no a los monitores de bebés Wi-Fi: simplemente no valen la pena.

Podemos reducir nuestra exposición a los campos electromagnéticos, pero no podemos eliminarlos; reducir la exposición es la ÚNICA forma segura de minimizar el peligro para nosotros y nuestros hijos.

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El tiempo de latencia promedio entre la primera exposición y el diagnóstico de un tumor puede ser de décadas; los tumores inducidos en niños pueden no diagnosticarse hasta bien entrada la edad adulta. Lo que hagamos hoy por ellos podría tener profundos efectos mañana, por lo que ahora es el momento de protegerlos.

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Referencias

[1] Noticias CBS. "Después de varios casos de cáncer infantil en una escuela, los padres cuestionan la radiación de las torres de telefonía móvil". Noticias CBS. 4 de abril de 2019. Consultado el 22 de abril de 2019. https://www.cbsnews.com/news/cell-tower-shut-down-some-california-parents-link-to-several-cases-of-childhood-cancer /

[2] Jiang, Jingjing. "Cómo los adolescentes y los padres navegan el tiempo frente a la pantalla y las distracciones de los dispositivos". Centro de investigación Pew: Internet, ciencia y tecnología. 30 de noviembre de 2018. Consultado el 22 de abril de 2019. https://www.pewinternet.org/2018/08/22/how-teens-and-parents-navigate-screen-time-and-device-distractions/

[3] Kheifets, L., Repacholi, M., Saunders, R. y van Deventer, E. (2005). La sensibilidad de los niños a los campos electromagnéticos. Pediatría , 116(2), 303-313. Obtenido de https://escholarship.org/UC/ITEM/9WV131H2

[4] Rosenberg, Suzanne. "Teléfonos móviles y niños: sigan el camino de precaución". CNE, Enfermería Pediátrica (marzo-abril 2013); 39(2): 65-70; http://www.pediatricnursing.net/ce/2015/article39026570.pdf

[5] Morgan, L. Llyod. " Por qué los niños absorben más radiación de microondas que los adultos". Journal of Experimental and Clinical Medicine 30, no. 3 (2013): 270. doi:10.5835/jecm.omu.30.03.016

[6] Cristo, Andreas, Marie-Christine Gosselin, Maria Christopoulou, Sven Kühn y Niels Kuster. " Exposición de usuarios de teléfonos móviles a tejidos específicos dependiente de la edad ". Física en Medicina y Biología 55, núm. 7 (2010): 1767-783. doi:10.1088/0031-9155/55/7/001

[7] Gandhi, Om P., L. Lloyd Morgan, Alvaro Augusto De Salles, Yueh-Ying Han, Ronald B. Herberman y Devra Lee Davis. " Límites de exposición: la subestimación de la radiación absorbida por los teléfonos móviles, especialmente en niños ". Biología y Medicina Electromagnética 31, núm. 1 (2011): 34-51. doi:10.3109/15368378.2011.622827.

[8] Johansson, Olle. " Alteración del sistema inmunológico por campos electromagnéticos: una causa potencialmente subyacente del daño celular y la reducción de la reparación de tejidos que podría provocar enfermedades y deterioro". Fisiopatología 16, no. 2-3 (agosto de 2009): 157-77. doi:10.1016/j.pathophys.2009.03.004

[9] "Datos y estadísticas sobre la salud mental infantil | CDC". Centros de Control y Prevención de Enfermedades. Consultado el 22 de abril de 2019. https://www.cdc.gov/childrensmentalhealth/data.html

[10] "Asuntos grises: demasiado tiempo frente a la pantalla daña el cerebro". Psicología Hoy. 27 de febrero de 2014. Consultado el 22 de abril de 2019. https://www.psychologytoday.com/us/blog/mental-wealth/201402/gray-matters-too-much-screen-time-damages-the-brain

[11] "Citas de expertos". Electromagnetichealth.org. 18 de julio de 2010. Consultado el 22 de abril de 2019. http://electromagnetichealth.org/quotes-from-experts/

[12] "The BioInitiative Report” 2012. Consultado el 22 de abril de 2019. https://bioinitiative.org

[13] Pall, Martín L., PhD. "5G: Gran riesgo para la UE, EE. UU. y la salud internacional..." 17 de mayo de 2018. Consultado el 22 de abril de 2019. https://ehtrust.org/wp-content/uploads/5g-emf-hazards-dr-martin -l.-pall-eu-emf2018-6-11us3.pdf